Los mexicanos que compran en El Paso, Texas, gastan en promedio mil 300 millones de dólares al año, 60% de las ventas.
Los comerciantes y autoridades de los condados y estados del sur de EE. UU. tienen motivos para estar felices por la reapertura de la frontera para viajes no esenciales a Estados Unidos. Los del lado mexicano, no tanto.
El martes 12 de octubre de 2021 por la tarde, The New York Times informó que “la administración Biden levantará las restricciones de viaje en las fronteras terrestres con Canadá y México a partir del mes de noviembre para los viajeros que estén completamente vacunados, reabriendo la puerta a Estados Unidos a turistas y familias que no pudieron ingresar al país durante la pandemia”.
“El levantamiento de la prohibición, que duró 19 meses en la frontera, no sólo reconectará a Estados Unidos con sus vecinos, sino que es una de las últimas medidas para abrir las fronteras del país a los viajeros vacunados de todo el mundo”, de acuerdo con el NYT.
El miércoles 13 de octubre, por la mañana, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, publicó en su cuenta de Twitter:
“El Secretario Alejandro Mayorkas (DHS) me confirmó la reapertura de la frontera con EU a partir de principios de noviembre habida cuenta del notable avance de la vacunación en nuestro país. Nuestro reconocimiento al Presidente Biden por esta decisión”.
¿Quién ganó y quién perdió con el cierre?
El 21 de marzo de 2020 el Gobierno de Estados Unidos cerró parcialmente su frontera al cruce no esencial de personas, a causa de la pandemia por el Covid-19.
Hasta esa fecha, 16 millones de personas cruzaban mensualmente de México a Estados Unidos a lo largo de la frontera (74% en sus vehículos, 25% a pie y 1% en autobuses), de acuerdo con el Instituto Mexicano del Transporte.
La mayoría cruza por motivos comerciales, para realizar compras, así como actividades laborales, según el órgano desconcentrado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno Federal.
Solo en El Paso, Texas, el comercio de mexicanos que cruzan de manera terrestre alcanza los 1,300 millones de dólares, de acuerdo con estudios de la Facultad de Economía de la Universidad de Texas en El Paso.
Las restricción benefició a las ciudades fronterizas de México, gracias a que los compradores no podían cruzar a EE. UU.
En contraste, el cierre afectó a las ciudades fronterizas de Estados Unidos
“Se estima que ha habido pérdidas de hasta $10,000 millones en impuestos a la venta no recabados y gastos en comunidades fronterizas”, según el periódico Al Día Dallas (21 de julio de 2021).
“Restricciones por COVID afectan economía de frontera de EE UU”, resumió Chicago Tribune en el titular de un amplio reportaje de The Associated Press que documenta las pérdidas en los pequeños negocios estadounidenses (22 marzo de 2021).
Comerciantes de EE UU celebran la reapertura
La agencia AP reportó que los propietarios de los castigados comercios y las familias separadas por las restricciones relacionadas con el Covid-19 celebraron el anuncio de que Estados Unidos reabrirá sus fronteras terrestres a los viajes no esenciales a partir del próximo mes, poniéndole fin a un cierre de 19 meses.
El alcalde de San Diego, California, Todd Gloria, dijo a la AP que era difícil cuantificar el impacto económico, pero puede verse en la escasa presencia de compradores en un importante centro comercial ubicado a poca distancia de la frontera con Tijuana, México.
La decisión se produce en un momento crítico: poco antes de la temporada de compras navideñas.
En Del Río, Texas, los visitantes mexicanos representan alrededor del 65% de las ventas minoristas, dijo Blanca Larson, directora ejecutiva de la cámara de comercio y turismo de la ciudad, la cual tiene unos 35,000 habitantes.
“En la frontera no somos dos comunidades distintas; más bien somos una sola”, declaró.
La restrición para viajes no esenciales terminó el 8 de noviembre de 2021.