La clausura de Sándor Márai Librería es una canallada “que pinta a María Eugenia Campos de cuerpo entero, porque permite dimensionar hasta donde llega su odio y su ansiedad, que la conduce al absurdo, al atropello, a la estupidez”, escribió Javier Corral Corrado.
- En respuesta a las declaraciones del alcalde de Chihuahua, Marco Antonio Bonilla, quien dijo que “no sabía de quién era” la librería y que los inspectores no conocieron al propietario durante el operativo, Corral Jurado publicó en sus redes sociodigitales copia de los trámites cumplidos.
- La Librería cuenta con el Programa Interno de Protección Civil, pero los inspectores no lo solicitaron, según consta en los videos del operativo. El Municipio ha presentado ese argumento como la principal falta del establecimiento.
- Corral Jurado difundió copias de la “Licencia de uso de suelo”, “Constancia de zonificación”, la “Resolución de impacto ambiental”, el trámite de presentación del Programa Interno de Protección Civil (y la respuesta que otorga 60 días para subsanar detalles menores), así como el Acta de Visita y la firma de recibido por parte del propio Corral Jurado.
- “Recibimos bajo protesta por ser este un acto de intimidación y de molestia por el odio enfermizo de María Eugenia Campos y su súbdito Marco Bonilla; no estamos de acuerdo, porque cumplimos todos los requisitos”, escribió Corral Jurado en el acuse.
¿Por qué es importante? La clausura resultó contraproducente para las autoridades. Generó un repudio hacia la gobernadora Campos Galván y el alcalde Bonilla, así como una solidaridad generalizada para la librería.
- El hecho colocó a Sándor Márai Librería en el ojo nacional e internacional, por el despropósito de clausurar una empresa cultural debido a una venganza política.
El siguiente es el posicionamiento que difundió el exgobernador y Director de Sándo Márai Librería en sus redes sociodigitales.
Ahora resulta que el alcalde Marco Bonilla declara que “no sabía de quién era este negocio”, tratando de ocultar la consigna directa contra mi persona, cuando fue a una de las primeras autoridades a la que desde julio del año pasado le informé directamente que abriría una librería en la ciudad.
- Dice también que ni los inspectores conocieron al propietario, cuando fui yo quien les firmó de recibido bajo protesta el acta de clausura que levantaron, en la que dejé asentado ese hecho como extensión del odio y la venganza política de Maru Campos Galván.
- No se trata de quien sea el propietario, o que cargo haya tenido, porque como cualquier ciudadano he realizado todos los trámites y los pagos, tenemos una cronología de ello, contamos con los correspondientes oficios y acuses de recibo.
- En al acta de cierre temporal, se asentó: “en un recorrido de rutina, se detectó una instalación comercial con giro de venta de libros y bebidas preparadas, que al momento de la visita, no presentó el programa interno de protección civil, ni la placa de aforo, ni el permiso de buen funcionamiento”.
Tenemos los videos, de que los inspectores, jamás pidieron el programa de protección civil y por supuesto que contamos con éste; desde noviembre pedimos cita para entregarlo e iniciar el trámite de verificación, no nos recibieron sino hasta el 3 de enero, tenemos los acuses de recibido de uno y otro trámite con sello del municipio.
- Incluso el 18 de enero, recibimos un oficio en el que nos otorgan un plazo de 60 días para subsanar algunas observaciones. Son cosas meramente de procedimiento; todas las adecuaciones que a la casa se nos pidieron por parte del Ingeniero Humberto Hernández, experto en protección civil al que contratamos desde el mes de septiembre, y que se encuentran detalladas en el programa que nos entregó en noviembre.
- La placa de aforo, es un papel que hay que tener a la entrada donde dice cupo máximo de la librería y el foro-café, y el permiso de funcionamiento, es la conclusión de ese trámite.
El día de la clausura llevábamos 29 días abiertos, fue una acción claramente dirigida, sabiendo que estábamos en regla, por eso nunca nos pidieron el programa, para poder asentar “algo” en el acta.
- Pero ante el rechazo de mucha gente a la clausura, declaran otra cosa a lo que está asentado en al acta, cambiaron la versión de que se trataba de “un operativo especial de reordenamiento del centro histórico”, y pasaron a perjudicar a otros comercios a quienes se les tuvieron que cerrar después de mi.
Lo que pasó es que la gobernadora de Chihuahua se levantó alterada, no sé si por todas las expresiones de beneplácito que suscitó la apertura de Sándor Márai Librería, entre ellas las generosas palabras de la Doctora Beatriz Gutiérrez Müller, por el éxito indiscutible que ha tenido o por el potente Programa Cultural que hemos planeado, pero algo la desquició, y le ordenó a Marco Bonilla (que se comporta más como su títere que como Alcalde), que intentara echarnos a perder el evento.
- ¡No lo consiguió! Por el contrario, la ceremonia se tornó, simbólica, significativa, realmente histórica en el día en el que por primera vez en la historia de Chihuahua la gobernadora María Eugenia Campos ordenó clausurar una librería, el día de su inauguración.
- La inauguración se realizó en el Parque Revolución, a una cuadra de la librería, y al pie del mausoleo de Francisco Villa. Y si pretendió mandar un mensaje de censura, o de intimidación a potenciales clientes, tampoco lo logró, nuestro espacio está siendo defendido por la gente, y todo en su conjunto, nos potenció a nivel nacional e internacional.
No me gusta lo que está pasando en Chihuahua, pero ahora, estamos felices por esta canallada, primero porque pinta a María Eugenia Campos de cuerpo entero, porque permite dimensionar hasta donde llega su odio y su ansiedad, que la conduce al absurdo, al atropello, a la estupidez. Lo que dijera George Steiner: la barbarie de la ignorancia.