La Cruz de Clavos de Chihuahua es un símbolo de memoria, resistencia y exigencia de justicia por las mujeres asesinadas y desaparecidas en nuestro estado.
- Desde su instalación, ha sido un espacio sagrado para las familias de las víctimas, para el movimiento feminista y para todas las personas que se niegan a olvidar.
- Es un símbolo que pertenece al pueblo, a la lucha contra la impunidad, y a la dignidad de quienes han sido arrebatadas.
Hoy denunciamos con profunda indignación que la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, ha secuestrado la Cruz de Clavos, cercándola con vallas para impedir que las voces de las mujeres sean escuchadas este 8 de Marzo.
- Este acto es una afrenta no solo contra quienes hemos luchado por la justicia, sino contra la memoria de todas las víctimas de feminicidio y desaparición.
- Encerrar la Cruz de Clavos es un intento desesperado de silenciar la lucha feminista en Chihuahua.
- Es un gesto autoritario que demuestra que este gobierno, en lugar de garantizar justicia y seguridad para las mujeres, prefiere reprimir, callar y encubrir la violencia.
Grupos de feministas exigieron el retiro inmediato de las vallas que cercan la cruz de clavos y el respeto irrestricto a este espacio de memoria y protesta.
- La Cruz de Clavos no pertenece al gobierno, pertenece a las madres, hermanas y compañeras que siguen exigiendo justicia.
- Este 8 de Marzo, la voz de las mujeres no será callada.
- La memoria no será cercada. La lucha sigue.
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