“César Duarte Jáquez, el ex gobernador priista de Chihuahua acusado de peculado y corrupción, es un enfermo consentido por la panista Maru Campos, actual mandataria de la entidad, denuncian personas allegadas al caso”, publica la revista Proceso.
En el Cereso número 1 de Aquiles Serdán, “Duarte Jáquez tiene una celda especial con muebles específicamente solicitados por él, escritorio, servicio de internet, teléfonos celulares y computadora”, según el reportaje.
“La familia que paga y los amigos políticos que contribuyen con sus influencias son los responsables de la manera tan especial con la que se le trata en el Cereso”.
“Si no lo creen; pues que las autoridades lo visiten un día de éstos”, agrega otro denunciante, de acuerdo con el texto de J. Jesús Esquivel, corresponsal de Proceso en Washington.
“El 26 junio (pasado) salió de prisión para operarse una hernia y fue intervenido en el hospital Ángeles en Chihuahua capital, pero la verdad es que estando internado se puso a recibir a políticos y expolíticos del estado que trabajaron con él”, expone uno de los quejosos.
El reportaje fue publicado en la edición de Proceso del domingo 25 de septiembre de 2022, bajo el título “Duarte Jáquez en un hotel de lujo llamado Cereso”.
“En recuperación de poder”
Esquivel escribe que la intervención quirúrgica de la hernia fue el primer privilegio médico de Duarte Jáquez.
El lunes 12 de septiembre volvió a salir del Cereso número 1 “para ser internado en otro nosocomio, más caro que el Ángeles”. Fue operado de los discos de la espalda baja en el Star Médica de Chihuahua capital.
“Durante su convalecencia por la intervención quirúrgica de la hernia, Duarte Jáquez gozó de grandes privilegios, muchos de los cuales tiene dentro del Cereso número 1, como alimentos comprados en restaurantes costosos y elaborados por un chef del gusto del presidiario”, señala el reportaje.
“En el hospital Ángeles lo visitaron varios diputados locales priistas y panistas, su hijo y sus hijas. La familia contó que el propio Duarte Jáquez les aseguró que de la gobernadora había recibido garantías que saldría de la cárcel en tres años”, comenta una de las fuentes.
Uno de los políticos de Chihuahua que visitaron a Duarte Jáquez fue Sergio Belmonte Almeida, quien fue coordinador de Comunicación Social durante su mandato.
“Belmonte sigue operando como jefe de prensa del exgobernador priista y se encarga de que no se mencione ni el caso ni el nombre de su exjefe en medios de comunicación del estado”, dijo el ex gobernador Javier Corral Jurado a Proceso.
En el hospital Ángeles, Duarte Jáquez también recibió a los hermanos Everardo y Armando Medina Maldonado, “señalados como operadores de lavado de dinero en los expedientes criminales federales sobre la corrupción del exgobernador”.
Everardo Medina Maldonado “es señalado de ser el artífice de la adquisición de propiedades e instauración de empresas para Duarte Jáquez, utilizando el nombre de otras personas, incluidos connotados empresarios chihuahuenses”.
A Armando Medina Maldonado “los expedientes judiciales lo ubican como el comprador de inmuebles y ranchos para Duarte Jáquez en Chihuahua y otras entidades de la República, muchos de los cuales ya fueron confiscados por las autoridades”.
“En el hospital Ángeles también lo visitó Lilia Merodio Reza, a quien extrañamente la esposa del exgobernador, Bertha Gómez Fong, identifica como ‘la licenciada’ y mensajera de la gobernadora Campos”.
Hasta el 14 de abril pasado Merodio Reza fue secretaria de Desarrollo Rural en el gobierno de Campos y antes, como integrante del PRI, fue diputada federal de 2006 a 2009 y senadora de 2012 a 2018.
Compadrazgo político Maru-Duarte
“Está en boca de todos acá en Chihuahua, pero no pasa nada, Duarte Jáquez está contento de que lo tengan preso en el estado porque, como es amigo de la gobernadora, tiene capacidad de manejo de muchas cosas, lo que no ocurriría si fuera un preso por cargos federales”, dijo Corral Jurado, citado por Proceso.
“El compadrazgo político y amistad entre Duarte Jáquez y la gobernadora Campos es también ampliamente conocido en Chihuahua y en los círculos políticos mexicanos. Los quejosos dicen que a eso se debe el trato especial que le dan”, escribió J. Jesús Esquivel.
Al exgobernador priista se le acusa de malversar más de 6 mil millones de pesos del erario, además de enriquecimiento ilícito y corrupción. No obstante, hasta ahora su caso no está en manos de la Fiscalía General de la República (FGR).
Corral expone que el caso de Duarte Jáquez debería ser atraído por la FGR porque de lo contrario en el estado de Chihuahua el exgobernador priista “más temprano que tarde” se va a salir con la suya y sus delitos van a quedar impunes.
“En el estado le pueden dar una sentencia menor a la que le dictaría un tribunal federal. Lo acusan nada más de la pérdida de 100 millones de pesos porque hay contubernio con los jueces y con el gobierno de Chihuahua”, asienta Corral.
El periodista también cita el conflicto de interés que existe por el papel de Myriam Hernández Acosta, actual presidenta del Poder Judicial y quien declaró por escrito a favor de Duarte Jáquez durante el juicio de extradición en Miami, Florida.
De acuerdo con el reportaje publicado en la edición de Proceso correspondiente al domingo 25 de septiembre de 2022, desde que Duarte Jáquez fue extraditado a México, la Fiscalía General de Chihuahua dejó de dar seguimiento a las propiedades del exgobernador en Texas presuntamente adquiridas con el erario estatal.
“Nosotros hicimos lo que nos correspondía e investigamos, pero desde que fue entregado a las autoridades mexicanas la comunicación se detuvo, no sabemos qué ocurrió y ya no se hicieron las confiscaciones de propiedades y cuentas bancarias”, según la oficina del US Marshall en El Paso, Texas.
La oficina del US Marshall en El Paso, Texas, tiene ubicados a la esposa y a un hermano de Duarte Jáquez, prófugos de la justicia en México, pero a quienes las autoridades de Chihuahua parecen ya no estar buscando.
Para saber más:
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