“No se puede cambiar a los poderosos sin ser poderoso. Entonces hay que tomar el poder”, dijo la escritora Viri Ríos durante la presentación de su libro No es normal en el foro L@s Rebeldes de Sándor Márai Librería.
- “Necesitamos políticos que tengan el arrojo y que tengan la capacidad de reimaginar a este país”, dijo.
- “Hemos perdido a esos políticos y López Obrador no lo está reimaginando, por eso necesitamos una clase política nueva”.
- “Pienso que uno de los principales problemas (del país) y que debemos atacar, es repolitizarnos, pero repolitizarnos de verdad”.
- Ríos dijo que nunca ha sido anarquista. “Creo en convertirnos en la nueva oligarquía que no es”.
- Planteó crear una nueva forma de hacer política, organizarnos, crear, construir, empoderarnos, saber que se puede.
- “Somos nosotros los que tenemos que tomar el poder y eso se juega, pues jugando democracia.
- La presentación estuvo a cargo del empresario Ismael Rodríguez Gallegos y del abogado y activista César Ochoa Reyes, con Javier Corral Jurado como moderador.
¿Por qué es importante? En su libro No es normal (Grijalbo 2021), Viri Ríos ofrece una radiografía de la desigualdad en el país, con ejemplos reales 25 casos que frenan en desarrollo del país, con propuestas de solución basadas en modelos de éxito de otros países.
- La obra es resultado de 15 años de investigación y es un best seller que detona el diálogo, la reflexión y el debate de las ideas sobre el tema de la desigualdad en México a partir de la investigación y el análisis de datos verificables.
- Ríos tiene un doctorado en Gobierno por la Universidad de Harvard, es columnista del diario El País en España y colaboradora de Milenio en México.
Cambio de estructuras. El primer paso para lograr un cambio es “transitar a hablar de los problemas estructurales de este país”, expuso Viri Ríos.
- “Ojalá el problema de México fuera López Obrador porque si el problema de México fuera López Obrador, se arreglaría cuando ese señor se fuera a su casa”.
- “Pero la realidad es que este país se parece peligrosamente demasiado al país que nos dejó Peña Nieto, se parece peligrosamente demasiado al país que nos dejó Fox”.
Adiós al “presidencialismo krauziano”. “Yo no estoy a favor de continuar interpretando este país a partir del presidencialismo krauziano, según lo cual, lo que importa y el único verdadero tomador de decisiones en este país es el Ejecutivo, y luego, el Ejecutivo Estatal y luego el presidente municipal”.
- “Creo que la política se puede coser y gestar desde muchos aspectos y, por el contrario, durante las últimas dos décadas de este país nos hemos especializado en reducir el poder del Ejecutivo”.
- “Si tú observas, el poder real que López Obrador tiene en realidad es bastante limitado, y no solo eso, su verdadero poder en este caso proviene más de su carisma, más de su mañanera, más de que es un dicharachero”.
- “Pero no tiene un poder centralista, incluso ahora hay varios estudios que muestran que el presidencialismo de Estados Unidos es más fuerte que el mexicano”.
- “El presidencialismo krauziano ya no existe, pero (Enrique) Krauze reedita mucho sus libros y los sigue vendiendo”.
“Hay que empezar a repensar cuáles son los verdaderos problemas del país. Pienso que uno de los principales problemas y que debemos atacar, es repolitizarnos, pero repolitizarnos de verdad”.
- “Pienso mucho en como en la generación de mis padres, que estaban en la plaza de Tlatelolco del 68, dándose de maquetazos con el Ejército, o sea perdón, pero es como el meme de perrito fuerte-perrito flaquito, el perrito flaquito somos nosotros, ya no somos esos fuertes que estaban en la plaza del 68 organizándose”.
- “Hasta algunos creían en el cambio de régimen. Fui a presentar mi libro a la UNAM y me dijeron: a mí no me gusta tu libro porque no propone un cambio de régimen y yo, muy bien perrito fuerte”.
Retomar la política. “En lo que llegamos al perrito fuerte, creo que hay que empoderarnos y retomar la política”, expuso la escritora.
- “Creo que hemos cometido el error de pensar que lo podemos hacer solo como ciudadanos, sin meternos al lodo de fuera, dando indicaciones o participando, pero sin estar ahí”.
- “Pienso que, sin duda se pueden hacer grandes cosas ahí, muchísimas, pero no se puede cambiar a los poderosos sin ser poderoso”.
- “Entonces, hay que tomar el poder, y yo pienso que hay que organizarnos y tomarlo, y convertirnos nosotros en los tomadores de decisiones y en los regidores y en los presidentes municipales y en las personas que están arriba”.
- “Por eso admiro tanto a Javier porque lo hizo y tiene una carrera de hacerlo y creo que sí más personas lo hiciéramos, sobre todo personas como nosotros que estamos aquí un viernes interesados, por Dios, un viernes aquí hablando de desigualdad”.
- “Somos nosotros los que tenemos que tomar el poder y eso se juega, pues jugando democracia. Se juega hablando con tus vecinos, haciendo una campaña política, se juega de las tristes y terribles formas tradicionales, no se juega solamente de fuera”.
Sobre la reforma fiscal. “López Obrador es un hombre tremendamente pragmático, al punto en el cual ha perdido su idealismo”.
- “López Obrador cuando yo he tenido la oportunidad de leer su obra y de tratar de entenderlo, que es parte de mi trabajo de todos los días, te das cuenta de que cuando él justifica su falta de reforma fiscal”.
- “Él dice: es que si yo subo los impuestos los que los van a terminar pagando son las clases medias y los pobres, y López Obrador tiene razón”.
- “La reforma propuesta por Fox era una reforma tremendamente regresiva, los que íbamos a terminar pagando todo éramos nosotros”.
- “López Obrador ha dejado de tener imaginación”.
- “López Obrador ha dejado de tener arrrojo, él se vende como un presidente que lo tiene, y hay muchas personas que ya le creyeron”.
- “Las clases, medias altas y altas, están convencidas de que el señor está transformando al país y destruyéndolo, preséntenme a ese López Obrador, perdón, pero, ¿dónde está?”
- “Yo no veo que haya una transformación ni medianamente como, digamos, ni medianamente cerca de la transformación narrativa, que él hizo”.
- “Necesitamos políticos que tengan el arrojo y que tengan la capacidad de reimaginar a este país. Hemos perdido a esos políticos y López Obrador no lo está reimaginando, por eso necesitamos una clase política nueva”.
“Sobre la diferencia entre tomar el poder o no, de la Escuela Radical, yo quiero confesar que yo no soy anarquista”, dijo.
- “Yo no creo en la energía. Yo creo en la organización y en la toma del poder. Yo creo en volvernos poderosos”.
- “Yo creo en convertirnos en la nueva oligarquía, que no es entonces transitar hacia ese empoderamiento y hay muchas doctrinas que hablan de eso, no desde el neomarxismo, o sea, tú escoge, pero no el anarquismo en donde hablan sobre cómo no podemos rechazar la política como existe sin aspirar a crear simplemente, sino más bien, debemos rechazarla y aspirar a crear una nueva forma de hacer política”.
- “Yo creo en eso porque creo que el ser humano tiene una capacidad única de organización y de gestoría y creo que sí, operamos simplemente haciéndole fichi a todo lo que sea la burocracia”.
- Pero te lo confieso porque ese es mi sesgo ideológico.
“Yo creo que hay que organizarnos y hacer lo que los humanos hacen bien, que es crear, construir y eso requiere cierta jerarquía y requiere tomar el poder, pero bueno, hay otras escuelas de pensamiento”.
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