En un artículo publicado en El País México, el exgobernador Javier Corral Jurado analiza el contexto de la nominación de Xóchitl Gálvez como candidata presidencial del llamado Frente Amplio por México, sin alcanzar un refrendo ciudadano.
“No hay que buscarle la quinta pata al gato”, señala.
- “Lo que vemos es: un palenque de día, donde las apuestas partidistas y de grupo cobran su auténtica dimensión y ‘el deber patriótico’, ‘el fin superior’, ‘la ciudadanía y la democracia’ deben esperar a que los patriarcas decidan cómo utilizar de mejor manera a dos mujeres que, en sus propias contradicciones, sirven a los propósitos de los negociantes de la política”.
“A la ‘mujer de hierro’, la hicieron de plastilina; el ejemplar ‘proceso ciudadano’ con el que Xóchitl Gálvez vería legitimada la estrategia semiótica y mediática que la infló, quedó en el intento”, expone.
- “Y bajo los fríos cálculos de sus negociaciones personales, sacrificar la dignidad —con que la política debiera conducirse— ha sido un acto plenamente aceptado por todos”.
- “Es el PRIAN de cuerpo entero, y en todo el sentido de su naturaleza: la sobrevivencia, la rebatinga y la impunidad. La impunidad es lo que amasa la unidad priista en torno del desprestigiado Alito Moreno; no está exenta Beatriz Paredes de esa circunstancia cuando lo abraza después del descontón”.
“En el episodio y para la anécdota de lo paradójico y lo grotesco, es que el bloque opositor partidista y empresarial se esmera en darle la razón al presidente López Obrador, al que tanto desprecian y luego quieren asemejarse: cuando el PAN y el PRI definieron llevar a cabo el amasiato formal en el 2021, le concedían uno de sus mayores anhelos históricos, confirmar al PRIAN, desde su sentencia ‘son lo mismo’”.
- “Con el actual desenlace, también refrendan uno de los instrumentos de los que López Obrador ha echado mano para decidir casi todas las candidaturas en su movimiento y que tanto le han criticado: la encuesta”.
- “Y al desbrozarle el camino a Xóchitl Gálvez hacia la candidatura de la manera en que lo han hecho, lo único que parece, es que el presidente volvió acertar cuando adelantó que la de Xóchitl era una decisión predeterminada y no había necesidad de tanto cuento”.
El artículo completo puede leerse en El País México: